Tuesday, July 13, 2004

partículas de tiempo anidadas a la piel

Hace un tiempo, cuando dormía siempre con calcetines (lo que me tocó hacer anoche, que tenía tanto frío que ni con la bolsa de agua caliente notaba los dedos de los pies. Si, en julio y bolsa de agua caliente..) me preguntaba si podría estar en dos sitios a la vez, pensar en una cosa, hablar de otra, reflexionar de algo diferente y por el camino solucionar algo perdido.

Los hermanos Cohen cuando quieren hacer una pausa onírica en sus películas utilizan un plano largo que en apariencia no quiere decir nada (en el Gran Lewovsky le daban un paseillo por los cielos a jeff bridges, por ejemplo) pero al que cada uno le puede sacar la interpretación que le de la gana. Mientras, ellos, se toman un respiro, dejan al espectador entre divertido y con cara de "peroquemeestashcontando" y vuelven al ataque con diálogos y en-reves-a-mientos más sorprendentes (luego te ponen cuernos de danés viquingo y te lanzan a una bolera como si eso fuera la danza de cortejo de una pava real en celo).
Más o menos esas "pausas" cohenianas son las mismas que le suceden a uno cuando esta en una conversación y se queda en blanco con la cara de pavo real en celo pensando en las abutardas bailando claqué.

Al final uno termina pensando como un guionista y aprovechando esas pausas para hablar con su cabeza, como si fuera un papel momentáneamente en blanco, y la lleva a donde le da la gana; sea París, la barra de un bar o lo que estará haciendo ese amigo cafre que no ves hace dos años.
El problema empieza cuando te acostumbras demasiado a desconectar la cabeza, y no es por que en la calle haya un camión del ayuntamiento arreglando los cables de la luz, no; la corriente no se te corta por eso, es por que te crecen demasiado las manos y desenchufas el cargador cada dos por tres en cuanto el ambiente se transforma en monosílabos de caligrafía, baldosas que ya te sabes de memoria y que notas hasta por vibración septentrional o sonrisas forzadas que se pierden por minutos.

Otras veces te inventas tu propia conversación con el cuello de la camisa, o sino enciendes la televisión para disimular y entonces la vecina se rie porque "hay que ver que hija tan ocurrente tienes y tan graciosa" pero " es muy raro que cuando llamo a la puerta nunca me abre ella" ni " tampoco coge el teléfono?"

No.

Algunos lo llamamos in-sociabilidad adquirida, otros defectos genéticos, la mayoría bordería general.
Se admiten apuestas.
También pueden escalar por la ventana y sacarme de debajo de la sábana.

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Tu poema esta mañana ha sido lo más bonito del día Sra. trifásico, y eso que el día ha sido una especie de maratón para ver cuantas veces era capaz de levantarme y volverme a tumbar en la cama sin mover al gato de encima y arrugar la cubierta con estrellas asimétricas...

He visto la foto de un aeropuerto y cada vez que me imagino en uno de ellos no puedo evitar verme arrastrando los pies intentando huir de ellos. Me da tanto miedo subirme a un avión como ese capítulo de los simpson en el que marge se pone de los nervios y parece la madre castradora de Manhattan. Es curioso por que cuando quiero huir me voy al parque donde sé que pasan los aviones del aeropuerto y les hago fotos y me imagino a la gente que va dentro con bermudas hawaianas a cancún con curro.

Voy a intentar congelar el tiempo con el photoshop.
Antes de que amanezca lo conseguiré. Con el photoshop nunca se me resiste nada.

Es mi pequeña máquina de las maravillas.

#listen to: Tori Amos -- after the rain (live at San Juan, CA & Toronto, Canada, 1992)

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